Cuando dejé de amar
Cuando dejé de amar, hace ya tanto tiempo
Como mi corazón desnutrido y desierto
Se quedó la metáfora, la métrica y el verso.
Ya no hubo más arte, ni hubo más sentimiento,
No dio frutos el alma y herida de silencio
Se dejo devorar por las garras del tiempo.
El roce de la vida desgasto mis aristas
Y fui presa fácil de la monotonía
Hasta quedarme así cautiva de la vida.
Ungida en el olvido cabalgo el universo
Sodomita en los conclaves de esta cosmogonía
Como el ciervo embistiendo la soledad infinita
Renovando las astas hasta encontrar la herida.
Me persigno en la fe del ver para creer
Sin hallar la medida de cuanto imaginé
Y el silencio me abarca y me roe y después
Ya no acierto la paz que tuve alguna vez
En encuentros que retardan la aspereza del tiempo
Y en el trueno del choque hallan el universo,
Poder tienen de asir el tedio temporal
Y labrar nueva vida en la arcilla mortal,
Cejar el olvido, la sombra fatal,
Sentir el latido genitivo y orar.
Cuando deje de amar se me rompió el silencio
Y comenzó la noche de los remordimientos
Tus culpas y mis culpas las fue tragando el tiempo
Y poco a poco fui reverdeciendo
A la orilla de un río profundo y violento
Que me invitó a seguirlo un seis de enero,
Pero mi corazón, que siempre ha sido lento
Se quedó en la orilla prendido de un ensueño.
Como el narciso fui, como el narciso vivo
Prendida de las aguas perennes del olvido.
poema de mi autorìa
pintura de mi primo Germán